jueves, 31 de mayo de 2007

Iniciación a la Estadística




Profesora: Alicia Collado Sánchez

Area: Matemáticas

Alumnas/os: Grupo 1: Assier Martínez, Juan Antonio Mureddu y Kilian Luque
Grupo 2: Raquel Martínez, Valeria Verdejo y Sandra Muñoz
Grupo 3: Tania Vico, Nerea Pareja y Alina Maruntel
Grupo 4: Alvaro Uche, Daniel Perera y Pablo Mendiola
Grupo 5: Andrea Molina, Sara Zurdo, Sara María y Vanesa Ureña

Lugar: Aula de 1º C

Proceso de la actividad:

Me pareció que la parte más apropiada para realizar un trabajo de exposición, dentro de la programación de Matemáticas de 1º de ESO, era la Estadística.
Por supuesto, el primer paso fue consultar al alumnado sobre el asunto y afortunadamente estuvieron de acuerdo.
Formaron grupos, preferiblemente de 3 integrantes, y eligieron un tema. El trabajo consistía en buscar información sobre el mismo, elaborar una encuesta y preguntar a la población de El Alamo, analizar posteriormente los resultados obtenidos (en esta ocasión, el análisis se reducía a construir las tablas de frecuencias y gráficos correspondientes a cada pregunta) e intentar sacar conclusiones.
Elegir tema les fue bastante fácil, pero la elaboración de la encuesta costó más. Había tres preguntas obligatorias: edad, sexo y lugar de nacimiento. El orden y la idoneidad de las preguntas y las posibles opciones para que las respuestas fueran de fácil análisis llevó varios días (aunque en su mayoría, esta tarea se realizó en casa), en los que me tocó revisar varias veces las baterías de preguntar hasta conseguir las mejores.
Cada integrante del grupo debía realizar la encuesta al menos a 10 personas (que es una cifra muy pobre para un estudio serio pero suficiente para este primer contacto con la Estadística) que debían pertenecer a la población objeto de estudio. Todas las respuestas debían quedar reflejadas por escrito y ser entregadas con el trabajo final (aunque la picaresca puede darse, quiero pensar que la mayoría son reales).
El siguiente paso fue analizar la información obtenida y realizar las tablas y gráficos correspondientes, con ayuda de las nuevas tecnologías en muchos casos, y sacar conclusiones.
Una vez terminados y entregados los trabajos (en su mayoría), dimos una pequeña charla sobre la exposición oral, en la que se intentó, tomando como base las impresiones que generaba en ellos un orador, establecer unas recomendaciones que les ayudaran en la exposición de sus trabajos.
Por último, se realizó la exposición pública de trabajos, en la que tardamos dos días. Durante la misma, los alumnos que actuaban de público, valoraban la actuación de los grupos que exponían, apuntando aquellos aspectos que les parecían positivos y negativos.

Evaluación del contenido:

La impresión general es bastante positiva. Los trabajos cumplen con las exigencias iniciales: plantean un objetivo, han realizado las encuestas solicitadas y las incluyen por escrito, han realizado las tablas de frecuencias relativas a cada pregunta y la mayoría ha realizado los gráficos correspondientes (Casi todos de barras, pero iban acompañados de porcentajes).
En cuanto a las conclusiones, les ha resultado muy difícil apartarse de los datos numéricos y extraer conclusiones globales, algo que era de esperar debido a la juventud de los "encuestadores".
Un punto aparte merece el acabado físico de los trabajos, en el que deben mejorar mucho...mucho. Quizá sería interesante ofrecerles unas pautas generales que no coarten su originalidad pero les guíen hacia una buena presentación final.

Evaluación de las técnicas de exposición:

A pesar de la recomendación inicial para que utilizaran un pequeño guión e intentaran leer lo menos posible, pocos alumnos han seguido este método, la mayoría han leido casi exclusivamente. Pero esto en algunos ya es un logro, porque inicialmente rechazaban la idea de exponer en público. A pesar de esto, han intentado hablar todos los miembros del grupo, poniendo cuidado en no hacer movimientos nerviosos; han cuidado el volumen para ser oidos por todos (cosa especialmente importante en aquellos alumnos que habitualmente susurran al hablar); han utilizado gráficos y paneles (aunque fueran un poco pequeños).
Se ha notado su inexperiencia y su juventud, pero ha sido un paso importante para dejar el miedo a un lado y adquirir seguridad.
Estoy bastante satisfecha con los resultados, teniendo en cuenta las condiciones del experimento.

Conclusiones, propuestas de mejora:

Ha sido muy interesante aunque el tiempo no ha jugado a nuestro favor. Creo que se podría dar continuidad a esta experiencia en los próximos años y propongo:
1- Durante un mismo curso escolar en el mismo nivel (y diría más, específico para cada grupo y decidido por el equipo docente) se establecería un calendario de actividades, una por asignatura, aprovechando los contenidos de las programaciones didácticas. Se sucederían en el año y pondrían en práctica diferentes aspectos de la expresión oral, de manera que a final de curso se pudiera realizar un trabajo globalizado para ponerlas en práctica.
2- A lo largo de la secundaria, para trabajar cada año el aspecto de la expresión oral más adecuado a la madurez de los alumnos. Se haría desde todas las asignaturas, pero podrían elegir en qué curso la programación es más propicia para trabajar cada aspecto, de manera que cada año, solo parte de las áreas trabajaran el tema en cada nivel.

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